grupo danzabismal (arteSANOS de la danza) /
Grupo de Investigación, Experimentación y Producción en Danza y Performance en Cotidianeidad

"¿Porque el mirar, acaso no es solo mirar abismos?" (Friedrich Nietzsche)

dirección general: roberto ariEL tamburrini

Algunas Consideraciones sobre la Grupalidad / Autor: Roberto Ariel Tamburrini

Ana María Fernández propone criterios de elucidación crítica para el análisis grupal. En función esto habla de algunas localizaciones para su genealogía. Por un lado una diferenciación entre los grupos y lo grupal, interesándose epistemológicamente en como se construyen los conocimientos sobre lo grupal y no ontológicamente, es decir, qué son los grupos. Ve al grupo como un dispositivo para generar cambios sociales. En segundo lugar opina que las diferentes teorías sobre lo grupal desde las distintas disciplinas son el resultado de factores articulados. Por último considera áreas de invisibilidad dentro de toda teoría grupal.
Cree que las teorías deben pensarse desde lo múltiple, planteando un campo de problemáticas grupales y, considerando lo tratado anteriormente, señala tres momentos epistémicos:
1. Pensar al grupo como un todo: Toma de la Gestalt la noción de “el todo es más que la suma de las partes” (plus grupal). Distingue dos términos: a. Dispositivos de los Grupos: Artificios para resolver conflictos en las relaciones sociales y b. Dispositivos Grupales: Modalidades de trabajo con grupos en función de las diferentes técnicas elegidas.
Cita a Focault, según el cual la formación de un grupo en un momento histórico responde a una urgencia, teniiendo el dispositivo una función estratégica y a Kart Lewin, quien funda la Dinámica de Grupos, entendiendo los mismos como realidades irreductibles a los individuos que las componen. Este sistema de interdependencia se da tanto entre sus miembros como los elementos del campo (normas, percepción del mundo externo. roles, etc.). Respeta la interdependencia individual pero no coloca al individuo en primer plano.
2. La búsqueda de organizaciones grupales, con el enriquecedor aporte del psicoanálisis, generando una polémica que consistirá en dilucidar si se utilizará la técnica psicoanalítica u otros instrumentos específicos. Dichos aportes psicoanalíticos servirán para ahondar en los procesos identificatorios e inconcientes y en las relaciones emocionales.
3. La producción de redes transdisciplinarias para establecer nuevos pasajes de lo visible o lo enunciable en el campo grupal, utilizando un criterio genealógico para el análisis. Existe una unidad funcional de persona y ambiente, de la que depende todo acontecimiento.
El nacimiento del vocablo grupo coincide con el momento histórico de constitución de la subjetividad moderna. Etimológicamente refiere a un número restringido de personas asociadas por algo en común. Existen dos líneas, la figuración nudo que implica enlaces y desenlaces entre sus integrantes y la figuración círculo, que se refiere a las formas de intercambio entre sus miembros. Con respecto a los mismos, Fernández habla de la necesidad de centrar la reflexión grupal en conjuntos restringidos de personas, para determinar una actividad en común y ciertas formas organizacionales. A partir de estas ideas se cuestiona si los mismos se organizan desde las formaciones psíquicas particulares de sus individuos o producen formaciones psíquicas propias.
Citando otra vez a Kart Lewin, aclara que las discusiones democráticas dentro de los grupos alivian tensiones. En Estados Unidos esto fue tenido en cuenta luego de la Segunda Guerra Mundial para facilitar la solución de problemas sociales.
Propone la microsociología al instituir los dispositivos como uno de los nacimientos a lo grupal, estableciendo dos niveles de existencia de los grupos:
Uno fáctico en tanto hechos sociales. El otro del campo disciplinario donde los grupos de vuelven enunciables a través de los dispositivos.
Bleger habla de la necesaria profundización sobre el clivaje que se instala entre dos estratos de la personalidad (en el caso de nuestro objeto de estudio la personalidad grupal), impidiendo que estos entren en contacto. Uno de ellos es la sociabilidad sincrética. Se trata de una matriz (estructura básica), dada por una relación grupal paradójicamente de no-individuación, la cual actúa de manera variable durante toda la vida del mismo. Por otro lado, la identidad grupal posee además una estructura e integración llamada yo grupal, como sociabilidad de interacción, que se trata de aquellas manifestaciones como motricidad, verbalización, raciocinio, juicio, etc., que se presentan organizadas e integradas en conjunto. Dicho clivaje de los aspectos sincréticos del grupo, permite la dinámica del otro estrato, es decir, los aspectos grupales más integrados.
Desde estas ideas, el autor define el grupo como “un conjunto de personas que entran en interrelación entre sí….sobre un transfondo de indiferenciación o de sincretismo, en el cual los individuos no tienen existencia como tales y entre quienes opera un transitivismo permanente”.
Así, existen dos niveles de identidad grupal: El primero está dado por un trabajo en común, con una tendencia a la integración e interacción. El segundo es el llamado identidad grupal sincrética, basado en la socialización, donde no existen los límites del anterior y se vincula directamente con el grado de pertenencia, que es también un grado de dependencia en este nivel.
Para Bleger un grupo es una institución en tanto “conjunto de normas, pautas y actividades agrupadas alrededor de valores y funciones sociales”; pero también es una organización, para lo cual utiliza la acepción que la define como “una disposición jerárquica de funciones que se realizan generalmente dentro de un edificio, área o espacio delimitado”.
La sociedad tiende a poner un clivaje entre lo que considera normal y anormal. El ser humano es, antes que persona, un grupo. La disolución grupal puede ser directamente una disgregación individual.
 
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.